Si un niño comenta como llevaría acabo su suicidio se debe estar especialmente atentos.
El suicidio infantil es uno de los temas más difíciles de tratar.
Según las estadísticas, el suicidio infantil, o al menos el intento de suicidio, viene directamente ligado a una depresión infantil prolongada, aunque no es fácil de identificar debido a que un niño no ha desarrollado aun los mecanismos para lidiar con la frustración y la impotencia.
En muchas ocasiones el intento de suicidio puede venir después de un regaño severo o un castigo fuerte, como una respuesta cargada de angustia y desesperación.
La experiencia ha enseñado también que el ambiente familiar resulta decisivo en la formación de pensamientos e ideas suicidas, y en que se lleven a cabo aunque sea como un mero intento que no se concrete.
El ambiente familiar agresivo, presencia de alcoholismo o drogadicción, pueden ser factores que predisponen al desarrollo de ideas suicidas.
Un factor verdaderamente grave que predispone a desarrollar ideas suicidas es el haber sufrido abuso sexual y/o maltrato infantil. Se sabe que niños con historia de abuso sexual son tres veces mas vulnerables a volverse depresivos profundos y llegar al suicidio.
Algunos síntomas que pueden anunciar idea de suicidio son:
Un niño que piensa en suicidarse no desea terminar con su vida, la mayoría de las veces quieren terminar con sensaciones graves e intensas de dolor, tristeza, angustia o ira. Un niño dependiendo de su madurez y formación no entiende que la muerte es un proceso irreversible.
Si un niño comenta de qué forma llevaría acabo su suicidio se debe estar especialmente atentos. Cualquier mensaje que nos mande el niño avisando de su posible muerte no debe ser menospreciado de ninguna forma.
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